Monday, December 9, 2013

[Review] The Legend of Zelda: A Link Between Worlds





Regresar a Hyrule es una doble experiencia para aquellos que amamos Zelda y también para los genios detrás de la saga. Digo que es doble porque la emoción no se detiene los meses previos al lanzamiento pero también el miedo ataca cada corazón de los fanáticos y por supuesto la responsabilidad de los creadores del mundo tan spectacular como el de Legend of Zelda.

Ahora imagínense el trabajo tan difícil de recrear el mundo que llevó a miles a amar las aventuras de nuestro héroe de verde: A Link To The Past.

En setiembre, mes en el cual se celebra el día del niño por estos lados, Pablo Vargas, creador de la revista Scumm Bar, tuvo la maravilloa idea de tomar a siete de sus compañeros cercanos de video juegos (y  también escritores de la revista) para describir cuál había sido el juego que marcó nuestra niñez.

Me tome la libertad de tomar el extracto que escribí para la sección y colocarlo en este review para ampliar (no que lo ocupe ya que puedo hablar de Zelda por miles de entradas,  más bien porque es muy conveniente y la iniciativa me pareció maravillosa). Y acá va:

-Caminar de mi casa al video en el cual jugaba grandes éxitos del SNES, se convertía en una gran aventura en mi época escolar. Me sentía como Link en el recorrido, esquivando carros y personajes imaginarios para pagar esa hora semanal de The Legend of Zelda: A Link To The Past (y pagarle extra al dueño del video para que no me borrara mi archivo al final de la sesión) y regresar la siguiente semana para mi dosis de Zelda.

A Link To The Past se convirtió en la entrega que marcó mi niñez y consolidó mi amor por los videojuegos, incluso salía a escondidas de mi casa al video cuando tenía dinero extra, simulando tener una espada y derrotando monstruos en el camino, continuando mi aventura tanto dentro como fuera de Hyrule, y no crean... esto causó problemas, no por rebeldía, sino porque era niño… y siempre que un niño hace algo a escondidas se mete en problemas, es gran parte de ser niño. Pero de algo estaba seguro y disfrutaba: Link era un niño… y si Link podía ser un héroe a su corta edad yo también quería serlo... y lo seguiré siendo.-

Después de esas palabras, mi review sin spoilers de A Link Between Worlds:

La historia:

Como muchos saben esta nueva aventura toma lugar en el Hyrule de A Link To The Past, lugar que fue expectacularmente recreado para esta nueva aventura, es uno de los mayores sentimientos de nostalgia que he tenido en la industria de los videojuegos.


El joven Link se encuentra en su casa cerca del Castillo de Hyrule y su día laboral como aprendiz de herrero comienza. No es hasta que tiene que realiza un pequeño trabajo para dejar una espada olvidada que todo se desordena, la introducción del nuevo villano, Yuga, de su propósito y por supuesto más adelante la entrada a Lorule, un mundo paralelo a Hyrule que ha sufrido graves consecuencias y Link viaja para poder restaurar la paz tanto de Hyrule como de Lorule, salvar a Zelda y su contraparte, la princesa Hilda.

El poder que caracteriza este juego, como lo ha hecho la ocarina, el Wind Waker y otros objetos o habilidades en el pasado, es el de convertirse en un Link en 2D, como una pintura. 

Esta habilidad permite que nuestro héreo atraviese precipicios, rejas, ventanas y otros lugares que Link, sin la hablidad, no podría cruzar. Conforme el juego avanza las diferentes maneras de utilizar el poder se vuelve más creativas e  interesantes.


Por supuesto tendremos unos side quests por realizer además de la historia principal, en esta ocasión existen pequeños dungeons para conseguir muchas rupees (en este juego tener rupees es clave para poder completarlo, ya hablaré de eso) también rescatar a los Maimais perdidos y devolverlos a Mother Maimai para que te mejore alguna de tus armas u objetos propios.

Por supuesto tenemos que colectar piezas de corazón alrededor de Hyrule para aumentar nuestras posibilidades de sobrevivir en los dos mundos, botellas y demás items.



Gameplay:

Justo como la primera entrega, A Link To The Past, esta nueva parte en la historia de Zelda se comprende rápido, pero eso sí es menos lineal. Cuando entrás a Lorule el juego se convierte en un open world más amplio y explorable que otras entregas más que todo por la opción de visitor los calabozos en el orden que prefirás y con el armamento que creás necesario.


Y es acá donde entra Ravio, un personaje misterioso que se muda a tu casa en Hyrule y monta su pequeña tienda ofreciendo items que te ayudarán a vencer los obstáculos. Eso sí todo viene con un precio, podés rentar cada item por un precio de 50 ruppees (los objetos de menos valor como el boomerang o las bombas) y por 100 los más raros: el Ice Rod y el Fire Rod. 


Pero hay algo interesante, vos podés comprar cada objeto y no tener que alquilarlos, este método me hizo la vida más fácil ya que si los objetos son rentados y morís la mascota de Ravio volará al lugar dónde te encontrés y devolverá los items a la tienda para ser rentados una vez más. Acá un consejo: para que la experiencia sea más enriquecedora te recomiendo pasar un buen tiempo ahorrando y comprando todo en la tienda, creeme hace más fácil y divertida tu estadía en los dos mundos.

Además, los maimais que comenté al principio, se utilizan para hacerle upgrades a los objetos que son propios (comprados) y de esa manera son más potentes.

Lo Bueno:

La nostalgia, el 3D, la música, el gameplay, la transición de Hyrule que salió en  1991 al Hyrule 2013 de la serie, los jefes, los gráficos. 

En este juego sale a relucir casi todo lo que un fanatico de Zelda espera: los personajes extraños, los enemigos, las bromas, los calabozos, la exploración, la interacción con personajes  y los cambios de eventos inesperados (te aseguramos que hay un par de “mind blows”  por ahí).

Lo malo:

Si es tu primera entrada al mundo de Zelda podría confundirte un poco la mecánica y podría resultar en un juego muy sencillo ya que utiliza mucho la nostalgia para los fanáticos pero la fórmula es un tanto diferente.

Los dungeons son algo sencillos y no hay tantos side quests como en otras entregas, situación que hace el juego muy lineal y rápido. Claro, siempre está la opción para jugarlo en Hero Mode al completarlo la primera vez, modo de juego que recomendamos inmensamente.

Conclusión:

Un verdadero viaje a la niñez o al momento en que probamos quizá una de las mejores entregas de Zelda (está en los 3 primeros lugares en mi orden) y una excelente adición a los Zelda portátiles, quizá no el mejor portatil de Zelda pero sí uno que llena la mayoría de las espectativas de los fanáticos y gamers alrededor del mundo.

Ahora solamente queda esperar la siguiente entrega original ojalá pronto para Wii U o algún remake como Majora’s mask aunque también me encantaría no solo el remake, también la idea de una entrega con la misma oscuridad y cambios que sucedieron en esa maravillosa entrega para el N64.

El gaymer le da una calificación de 4.8 de 5 objetos de la serie de  Zelda:







Charlie Odow // Creador de El Gaymer // Twitter: @charlieodow


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