Tengo el privilegio de haber nacido en una
familia que apoya mi lado gamer, los
que gozan de tener una familia así saben a lo que me refiero
con ¨privilegio¨. Somos cinco en casa, mi papá, mi mamá y mis dos hermanos. Entre
tantas cosas que quizá mis padres no
apoyan o no comprendan de mi vida, mi
lado gamer siempre ha estado muy
presente para ellos.
Recuerdo
muy bien aquella navidad en pijamas cazando patitos con uno de los periféricos
más reconocidos de la Gran N;
también recuerdo mis primeros 4 juegos de N64
que mi padre, a su discreción, nos trajo desde Estados junto a la consola. Esos
cuatro juegos, aunque no los escogimos los hijos, se convirtieron en joyas, en
recuerdos enormes que, además de ser magníficos videojuegos, nos recuerdan lo
mucho que mi padre pensó en nosotros a la hora de conseguirlos: Banjo Kazooie, Star Fox 64, Space Station
Sillicon Valley y Mario 64.
Cada vez
que mi padre nos realiza un encargo de algún videojuego (sí, aun con mis 25 años
él nos ayuda a conseguir algunos) un día después de que ya lo he probado
siempre pregunta:
¿Qué? ¿Cómo está el videojuego?
Puede que
él no sepa absolutamente nada acerca de la compra que realizó pero siempre
hace la pregunta y espera, por supuesto, un enorme sermón de lo bueno o malo
que está la nueva adquisición y asiente felizmente al vernos complacidos porque
nos ayudó.
Según un
estudio de Common Sense Media
vivimos en una sociedad en la cual el 77%
de los padres de familia culpan a los videojuegos
como gatillos para fomentar la violencia en sus hijos. Significa que, gracias a
las diosas creadoras de Hyrule, mis
padres están en el 33% de los padres
que no culpan esa parte tan importante de mi vida, culpan, eso sí, a la
irresponsabilidad de otros padres al dejar que contenido fuerte y violento
llegue a la vida de sus hijos. Ellos por supuesto crearon el mejor ¨Parental control¨ que existe. Apoyando
nuestro lado gamer, pero siempre
manteniendo una raya a la hora de alimentar nuestra gran necesidad de consolas.
Y es que
quizá cierto tipo de actitudes pueden obtenerse por la influencia cultural del Media
como las películas y los videojuegos, pero creo fielmente que no solamente mis
padres me apoyaron en la búsqueda eterna de disfrute en el mundo de los bits,
sino que también me controlaron de la mejor manera en el contenido que nos
estaban transmitiendo.
En el
torneo de Fifa 13, en T-Virus Games del pasado domingo 21,
tuvimos el honor de conocer al señor Sandoval
y a su hijo Kendall, ellos viajaron
desde Orotina simplemente para pasar un domingo diferente, creando lazos en
dos actividades bastante parecidas. La primera era el torneo al cual había
inscrito a su hijo y la segunda el partido de la tarde que con entusiasmo
y orgullo el señor Sandoval nos contó la
actividad planeada después del torneo, y su hijo lucía orgullosamente la camisa
de Saprissa.
Kendall Sandoval y su papá en el Torneo de Fifa13 |
Los
integrantes de The Scumm Bar pasamos
una tarde llena de entrevistas y no podíamos pasar por alto a estos dos participantes
de la actividad. Y además de entrevistar a Kendall nos vimos tentados a hacerle
un par de preguntas a su padre. Luego de hablar un poco con el joven jugador
nos dirigimos al señor Sandoval, el cual pasó toda la entrevista con una
sonrisa en su cara al igual que su hijo, se notaba no solamente la emoción y el
orgullo que tenía hacia su hijo sino también lo mucho que disfrutaba nuestra presencia
y actividad.
¿Qué opinás de los videojuegos?
(Con una
sonrisa y apoyado a uno de los estantes de T-Virus Games) Son una gran distracción de todo lo que está allá (señala el punto
cardinal del que vienen) ayudan mucho a
pensar y por supuesto se ha notado que ayudan mucho a que los niños tengan gran
agilidad mental.
¿Creés que ayuda en la parte motora entonces?
¡Claro! (a esta pregunta lanza una carismática
carcajada y me apoya en el comentario de que ayuda para poder manejar y
reaccionar en los vehículos de mejor manera)
¿Por qué el apoyo brindado hacia Kendall con
los videojuegos?
Bueno (mira a su hijo para ver si este tiene otra
respuesta, los dos sonríen) creo que es
una gran manera para compartir con él, crea una relación más estrecha. A él le
gustan los videojuegos, yo lo voy a apoyar y a los dos nos gusta el futbol. Hoy
mismo después de acá vamos al estadio, es una de nuestras maneras para poder
compartir.
La
entrevista fue rápida pero provechosa. Siempre que exista apoyo, el que sea, en
el hogar, los lazos familiares serán más fuertes.
Al parecer,
y para provecho de The Scumm Bar, los videojuegos siguen siendo una gran
herramienta para las futuras generaciones, no solamente para distracción y para
divertirnos sino también para aumentar las relaciones de amistad, familiares y
quizá, uno nunca sabe, hasta para encontrar una relación amorosa.
Este
artículo demuestra que de actividades como la que nos brindó T-Virus Games no
solamente se saca una tarde de competidores y ganadores de premios en un
torneo, sino que también le podemos encontrar el lado humano a este mundo tan
interesante, el mundo por el que respiramos en este sitio, los videojuegos.
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